Hola, Gregorio. Cuéntanos algo sobre ti. Soy zaragozano. Estudié en La Salle-Gran Vía y me licencié en la Facultad de Derecho. Simultáneamente cursé estudios de piano y posteriormente obtuve el grado profesional de órgano en el Conservatorio de Zaragoza. Toco en Santa Engracia desde 1985, sustituyendo a don Eduardo López Banzo. He compartido la tribuna del órgano de la parroquia con el recordado don Gregorio Garcés, organista del Pilar y director muchos años de la coral “Santa Engracia”; después con don José María Sáez y finalmente con don Juan Sanmartín, actual titular del órgano de la Basílica del Pilar. Desde 2012 soy único titular aquí.
¿Qué es Santa Engracia para ti? Mi segunda casa, y una parte muy importante de mi vida. Son treinta y tres años de trabajo, de fe vivida y compartida, de relación siempre cordial con tantos sacerdotes, religiosas, la coral parroquial y sus sucesivos directores, y muchísimos feligreses a lo largo del tiempo.
Como organista, ¿Qué sientes cada vez que te sientas en ese banco tan especial para la parroquia? Que debo concentrarme para tocar lo mejor posible. Pero por encima de lo que supone una obligación profesional, a veces siento -y me sigue admirando- que es un honor inmerecido y una gracia de Dios poder contribuir modestamente al culto divino con la música, sostener los cantos de alabanza al Señor y a su Santa Madre y, espero, ayudar un poco al recogimiento y la oración de los fieles.
¿Tienes previsto participar en alguna actividad en torno a la música en la parroquia? Sí, por iniciativa de nuestro párroco don Santiago se han previsto cinco miniconciertos, los últimos sábados de mes desde enero a mayo, que ofreceremos alternativamente la gran organista Esther Ciudad y yo -mucho menos grande-. En el último tocaremos a cuatro manos. Se trata de brindar otras ocasiones de escuchar música de órgano, fuera de la liturgia pero en la iglesia, en un formato más breve y asequible que los conciertos convencionales.