Queridos feligreses
Tras el paréntesis del verano, en nuestra parroquia volvemos a acoger el bullicio de los niños que participan en la catequesis, en el grupo scout o en Iubilum. Nos sentimos orgullosos de los grupos que se dedican a cuidar a los más necesitados: Cáritas, Pastoral de la Salud, Manos Unidas, las Conferencias de San Vicente de Paúl, o el reparto de alimentos a familias… Los grupos de oración, como la Unión adoradora, Taizé, o la Adoración nocturna también han comenzado sus actividades ordinarias. La catequesis de confirmación y el grupo de jóvenes, así como los coros de misa de 11 y de 20’30 vuelven con nuevos planes. Los grupos de pastoral familiar que preparan los bautizos y a los novios, vienen con ánimos y proyectos renovados. El grupo de Liturgia y el Taller de costura Litúrgica retoman su actividad cotidiana. La Cofradía va llenando el calendario con nuevas acciones y proyectos. Los mensajeros parroquiales vuelven a recorrer los domicilios para llevar nuestra hoja. Y los grupos más recientes en nuestra parroquia, como los Retiros de Emaus, los encuentros de oración con Ayuda a la Iglesia Necesitada y el Grupo de formación bíblica, conviven con la veteranía de la Coral y de la Escolanía, que este curso celebran sus “bodas de oro”, ¡enhorabuena!
Aunque nuestro templo no ha cerrado por vacaciones. En estos últimos meses los feligreses han seguido participando en la Eucaristía diaria o dominical y también han podido recibir el perdón de Dios en el sacramento de la Reconciliación. Muchas familias han celebrado el bautismo la boda de alguno de sus miembros. ¡Cuánto sorprende y alegra la presencia constante de personas que buscan un rincón silencioso para la oración y reflexión en el templo, la cripta, la capilla de las Santas Masas o en el mismo patio!
Quiero destacar el trabajo dedicado del equipo de sacerdotes, de la comunidad religiosa de Auxiliares parroquiales, del personal contratado y de todos los voluntarios que, en diversas tareas, hacen posible todas las actividades que se desarrollan. ¡Gracias por vuestra colaboración! ¡Sin vosotros no sería posible!
Al comienzo de este nuevo curso, recibimos la propuesta de nuestro obispo que, en la programación pastoral diocesana, nos propone a “Revitalizar las comunidades cristianas”. Es el reto y el horizonte que tantas veces nos recuerda el Papa Francisco cuando nos llama a la “conversión pastoral y misionera”. Nuestra parroquia de Santa Engracia quiere vivir y vibrar ante el reto de anunciar y mostrar el Evangelio de Jesucristo hoy con obras y palabras. Sentimos que nuestra comunidad cristiana tiene mucha historia (¡desde el siglo IV!)… pero nos alegra más aún el presente y el futuro al que Dios nos llama: ser testigos de la fe hoy para que el mundo crea.
Estoy a vuestra disposición.