La segunda mitad del siglo XIX fue un periodo de fundación de numerosas congregaciones religiosas femeninas de vida activa, dedicadas a la enseñanza, la atención a los enfermos y otras obras asistenciales, que se fueron expandiendo de forma desigual. Este es el caso de las RR. de María Inmaculada para el Servicio Doméstico (R.M.I.), que conmemoran el centenario de su presencia en la parroquia de Santa Engracia, aunque en la ciudad llevaban desde 1876. Este acontecimiento ha sido recordado con una misa que fue presidida por el señor arzobispo el pasado 21 de febrero, en una ceremonia abarrotada de fieles y con la presencia de los sacerdotes de la parroquia y otros que se quisieron unir a esta celebración.
Estas religiosas fueron fundadas por Santa Vicenta María López Vicuña, la primera santa navarra, nacida en Cascante (1847)- que perteneció a la diócesis de Tarazona hasta 1955 y fallecida en Madrid en 1890. En 1866 se trasladó a Madrid donde decidió continuar la labor iniciada por una tía para la fundación de una congregación llamada «Hermanas del Santo Celo». El 11 de junio de 1876, el beato Ciriaco María Sancha, obispo auxiliar de Toledo (futuro cardenal primado de esta sede y que en Cuba había fundado las religiosas llamadas hoy Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha), asistió a la toma de hábito de las tres primeras religiosas. España está viviendo los primeros de la Restauración, con el regreso de la monarquía borbónica encarnada en Alfonso XII desde el 29 de diciembre de 1874. En 1876 se promulgó la Constitución que duró hasta 1931 y acabó la tercera guerra carlista. En 1888 fueron aprobadas por Roma, con su nuevo nombre, que designa su carisma específico de trabajo con las jóvenes trabajadoras. Fue canonizada en 1975, el 25 de mayo, día en que se celebra su fiesta.
El establecimiento en la capital aragonesa coincide con el de otras nuevas congregaciones españolas: HH. de los Ancianos Desamparados en 1874; RR. del Sagrado Corazón en 1875; Siervas de María, en 1877; Oblatas del Stmo. Redentor en 1880; Escolapias, en 1883; Teresianas en 1883, Esclavas del Sagrado Corazón, en 1885.
La fundadora sintió “una inclinación afectiva muy particular por Zaragoza, por la Virgen del Pilar, por Aragón “(Mª D. DÍAZ, RMI, Las Religiosas de María Inmaculada en Zaragoza, 1876-2001, Zaragoza 2001, 11), siendo la casa que más visitó. Su instalación, al poco tiempo de fundarse en Madrid, se debió al apoyo del canónigo Antonio Mª Cascajares –futuro arzobispo y cardenal de Valladolid y que murió en 1901 sin poder tomar posesión de su sede de Zaragoza. Contó también con la ayuda de una Junta de Señoras, damas de la nobleza local. Las nuevas religiosas llegaron el 6 de diciembre de 1876. Santa Vicenta tuvo unos vínculos especiales con la capital aragonesa, que visitó 22 veces queda expresado en las palabras de dicha religiosa (ibídem):“No se nos oculta en Santa Vicenta María una inclinación afectiva muy particular por Zaragoza, por la Virgen del Pilar, por Aragón:
Los primeros años estuvieron marcados por la escasez de personal, la falta de salud de las Hermanas, la penuria económica y los cambios de domicilio (C/Mayor 41 ppal; C/Sepulcro,11 y C/Bayeu,16). La casa se cerró en 1891 y se reabrió en 1897. Está considerada como la segunda casa del Instituto, según acuerdo del Consejo General de 1898. El emplazamiento fue cambiando: C/del Pilar, 17; Azoque, 28; San Jorge, 8; Torre del Arzobispo y D. Juan de Aragón, 28.
En 1911 se compraron los solares 1,2 y 4 del cuartel de Sata Engracia. Las obras de la nueva casa comenzaron el 31 de marzo de 1913. El día de San Antonio de 1914 había quedado terminado el tejado. El 12 de febrero de 1915 se bendijo la capilla y al día siguiente se celebró la primera misa de comunión general. La nueva sede coincide con unos años de expansión de la Congregación en América (Argentina, 1912; México, 1913; Cuba, 1915). Entre 1929-1958 tuvieron una segunda casa en el camino de Lapuyade como centro de acogida de huérfanas internas y luego como colegio de primera enseñanza.
En 2013 en el mundo eran 1209 religiosas (683 españolas) distribuidas en 123 casas (36 en España) de 21 países. Según la Guía diocesana de 2014, en Zaragoza la comunidad la formaban 15. Es sede de la Provincia Ibérica Nordeste que comprende Santander, Bilbao, San Sebastián, Vitoria, Logroño, Pamplona, Cascante, Zaragoza, Barcelona, Valencia, Murcia y una de las comunidades de Madrid. Comprende además la Residencia “María Inmaculada” para jóvenes estudiantes y trabajadoras y un Centro Social con bolsa de trabajo para empleadas de hogar se presta atención a inmigrantes.
Entre las vocaciones zaragozanas hay que citar a la Madre MARÍA DE SAN LUIS DE CASO SUÁREZ (1877-1948), bautizada en el Pilar con el nombre completo de Baltasara (nació el día de Reyes) Pilar Antonia, que fue la cuarta superiora general de la Congregación (1939-1948). En esta ciudad falleció en 1984 la M. María del Carmen Churruca, superiora general entre 1967-1973.
Ofrecemos algunos datos de los dos personajes que influyeron en la fundación de Madrid y Zaragoza.
Nacido en Quintana del Pidio (Burgos). Siendo secretario del arzobispo de Santiago de Cuba, fundó también unas religiosas, hoy llamadas Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha. Fue obispo auxiliar de Toledo, obispo de Ávila y Madrid, arzobispo de Valladolid y Toledo y cardenal. Fue beatificado en 2009. Siendo obispo de Ávila, fundó en Tiñosillos, en 1884, la primera Trapa femenina de España. En Madrid ayudó también en la fundación de las Trinitarias y las Damas Catequistas, (actualmente Instituto Catequista Dolores Sopeña).
Nacido en Calanda en el seno de una familia noble, se dedicó primero a la carrera militar. Ordenado sacerdote, ascendió rápidamente. Después de Zaragoza pasó por los cabildos de Toledo y Burgos; fue obispo titular de Dora y Prior de las Órdenes militares, en Ciudad Real, obispo de Calahorra, arzobispo de Valladolid y cardenal, y arzobispo de Zaragoza (1901). Murió en Calahorra de camino a su nueva sede. Fue enterrado en el Templo del Milagro en su villa natal, su cuerpo fue profanado en 1936.
Juan Ramón Royo García