ZARAGOZA.- José Luis Rodrigo Escrig, director general de Fundación Ibercaja, y Santiago Aparicio Felipe, párroco de la de Santa Engracia, han firmado un convenio por el que la primera colabora en el mantenimiento del órgano de la Basílica Parroquial, en concreto se realizará la revisión general y afinación del instrumento, así como en la realización de un ciclo de conciertos.
La aportación económica tiene como objetivo acometer una intervención necesaria, tras su restauración hace 18 años. Un órgano de tubos es una maquinaria de gran envergadura que exige gran precisión en cada una de sus innumerables piezas, por ello conviene realizar periódicamente una puesta a punto. Además, dos veces al año, también necesita ser afinado, ya que los tubos de madera o de metal, la mayoría, acusan mucho las variaciones de temperatura.
La Parroquia de Santa Engracia realiza un cuidado programa musical durante todo el año en torno a su órgano. El instrumento acompaña la mayor parte de las celebraciones dominicales y solemnidades, así como lo conciertos y recitales que ofrece la coral “Santa Engracia”. Para 2019 hay programados cinco miniconciertos, que se desarrollarán entre 26 de enero y 25 de mayo, que correrán a cargo de los organistas Esther Ciudad y Gregorio Lasierra.
Este acuerdo ratifica el compromiso con el Patrimonio Cultural por ambas partes, desde la parroquia de Santa Engracia, declarada Basílica en 1991, realizan notables esfuerzos para la correcta conservación y puesta en valor del monumento, que es un referente en el panorama cultural de Zaragoza. Fundación Ibercaja colabora con numerosas instituciones en diferentes localidades en iniciativas y proyectos de restauración, mantenimiento y conservación del patrimonio con el objetivo de contribuir al desarrollo de los territorios y generar motores de riqueza para las personas que viven en el entorno.
El órgano de Santa Engracia
El órgano de Santa Engracia fue construido por los hermanos Inchaurbe, en Zaragoza, en el año 1899. Es un instrumento de tipo romántico que representa, de una forma singular, el estilo de su época. Está situado en el centro del coro de la Basílica.
La caja de madera de abeto y pino, es un hermoso ejemplo de Ia arquitectura neoclásica. En su interior alberga un instrumento con dos secretos de correderas que pertenecen a los dos teclados manuales: El del Órgano Mayor se encuentra detrás de la fachada, seguido por el secreto del Órgano Expressivo.
Los secretos del pedal, que se encuentran a los dos lados de los secretos manuales, se reformaron, en fecha desconocida, adaptándole un sistema eléctrico. Algunos tubos de madera del pedal forman parte de los laterales superiores de la caja.
La disposición de registros, típicos del órgano clásico español, completado por algunos registros de estética romántica, es de gran interés. La mezcla de todas estas diversas sonoridades hace que el Instrumento sirva para la interpretación tanto de Ia auténtica música romántica, como de la música barroca, con la característica especial de las trompetas de batalla españolas.
El órgano, con su magnífica y monumental estampa típica de la época “romantica”, es un auténtico documento de enorme valor histórico, ya que se trata del único ejemplar de esas características que existe en Aragón. En la actualidad, estos instrumentos románticos, que desgraciadamente habían sido olvidados durante una época frente al interés por los instrumentos antiguos, vuelven a adquirir una importancia enorme, tanto en el mundo de la organería, como en el de la práctica organística.