El 14 de agosto de 1814 tuvo lugar la celebración de la primera piedra de la nueva cripta de Santa Engracia, después de su destrucción en 1808. Dicha cripta sería bendecida en 1819.
Sus obras de reconstrucción se habían iniciado en noviembre de 1813. En abril de 1814 Fernando VII visitó la ciudad y se le ofreció un relicario de plata para su familia y otro para su hermano, el infante D. Carlos. El 16 de abril se encontró la supuesta columna en la que había sido azotada la santa y el 5 de julio el Pozo de los Mártires. El 14 de julio, después de haber sido descubiertos el pavimento, el pozo y las urnas y habiéndose extraídas ya unas 4.000 varas cúbicas de escombros, se pensó en colocar la primera piedra de la nueva iglesia subterránea, lo cual se realizó en la fecha citada, cuando se cumplieron los seis años de su destrucción.
En la primera piedra se depositaron dos tubos de plomo, uno con tres medallas de plomo, bronce y plata, y el otro con una relación impresa de la destrucción del templo, las labores de reconstrucción y una inscripción latina.
En el anverso de las medallas aparecía una inscripción que, traducida del latín decía: “Inaugurado el año séptimo del Rey Deseado Felipe VII y segundo de la liberación de Zaragoza”. La del reverso decía, también traducida: ”Destruido desde los cimientos por una mina de las impías tropas de Napoleón momentos antes de huir del Sitio de Zaragoza el 14 de agosto de 1808. Restaurado por el Ayuntamiento y el Pueblo el mismo día de 1814”.
Estos textos son atribuidos por el escolapio Padre Dionisio Cueva al mismo autor de la inscripción que se colocó en dicha primer piedra, que el Ayuntamiento encargó al colegio de los Escolapios, y que fue obra del Padre Camilo Foncillas de Santa Teresa (Pertusa, Huesca, 1752-Zaragoza, 1832). Fue rector del colegio de Zaragoza, Provincial y Asistente General, Héroe de los Sitios y prestigioso predicador, y cual había pronunciado el Discurso de acción de gracias al Todopoderoso…en la solemne función celebrada por el Ilmo. Ayuntamiento de Zaragoza por su libertad y rendición del castillo de la Aljafería… el día 4 de agosto de 1813.
Dicha inscripción desapreció con el paso del tiempo y se conoce gracias a Faustino Casamayor, Vicente del Campo y una edición impresa en folio hecha en 1814. Actualmente una copia del texto y su traducción aparecen a la entrada de la cripta. El texto, traducido del latín, evoca la historia del templo y su destrucción:
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ESTE TEMPLO,
dedicado desde los comienzos de la naciente Iglesia a Dios Óptimo Máximo
y a la Bienaventurada Virgen María de las Santas Masas,
para reunión de los cristianos y sepulcro de los Innumerables Mártires,
celebrado en todo el mundo a pesar del odio delos paganos,
presidido por San Braulio avanzado el siglo séptimo,
reformado y hecho más espléndido
por los reyes de Aragón Juan II, Fernando II, Carlos I,
fue destruido completamente con una explosión de pólvora,
haciendo llorar al cielo y a la tierra,
por las amenazantes tropas francesas,
en tiempo del malvado Napoleón, movidas por el odio,
cuando estaban a punto de retirarse
ante la firmeza invencible de los ciudadanos
y su constancia inaudita en defensa de la ciudad.
El Senado y el pueblo de Zaragoza,
por amor a Dios y en reconocimiento a sus santos ciudadanos,
ha decidido levantar de nuevo y para siempre desde sus cimientos
este monumento del espíritu y colocar la primera piedra
el año 1814”
Para saber más:
-CUEVA GONZÁLEZ, D., “Las Escuelas Pías de Zaragoza y el templo de Santa Engracia”, Aragonia Sacra VII-VIII (1992-1993), 339-348.
Juan Ramón Royo García