La tarde del domingo 14 de octubre el huracán Leslie dejó notar su paso por nuestra Basílica. La tromba de agua provocó fuertes filtraciones en el acceso al templo desde el patio, que tuvo que ser cerrado. Las Eucaristías siguieron su curso y, gracias a un grupo de voluntarios armados con fregonas, recogedores y colchas, se consiguió retirar el agua. Un nuevo capítulo para nuestras obras.