La manera propia que en la península ibérica se celebró la misa durante la época romana, visigótica y árabe, se llama rito hispano-mozárabe, que aun siendo suprimido en el año 1080, pervive hasta nuestros días, gracias, sobre todo, a la comunidad y la capilla mozárabe de Toledo.
Es, pues, un rito admitido para celebrar la liturgia eucarística, que ha de ser conocido, pero no ha de suplantar a nuestro rito romano. Cabe mencionar -en la historia reciente- a san Juan Pablo II, quien celebró la misa en este rito, en el Vaticano, el 28 de mayo de 1992.
En las raíces de la fe en nuestra tierra, San Braulio y San Eugenio, por ejemplo, celebraron con esta liturgia los sagrados misterios. Santa Engracia y compañeros, San Lamberto, sostenidos por esta liturgia, fortalecieron su fe en la persecución y el martirio.
Por tanto, no es un retroceder a lo antiguo, sino recobrar la memoria de una tradición viva que nos enriquece, y que trasmite la certeza de la vida eterna y el amor que Nuestro Señor nos regala.
El 18 de mayo de 1992, d. Marcelo González, cardenal de Toledo y primado de España, como superior responsable del rito hispano-mozárabe, autorizó a nuestra basílica-parroquia para celebrar la misa según las rúbricas de dicho rito. Las fechas significativas en que se celebra, son:
• El 3 de Noviembre, institución de la fiesta de los innumerables mártires.
• El 18 de Diciembre, solemnidad de santa María en la liturgia hispanomozárabe.
• El 26 de Marzo, fiesta de San Braulio.
• El 16 de Abril, antigua fiesta de santa Engracia y compañeros mártires.
ORATIO POST GLORIAM
Señor Dios omnipotente,
nuestro gozo, nuestra salvación,
nuestra fortaleza y perfección:
Te rogamos nos concedas
la alegría de participar
en esta fiesta que tanto te complace…
Y por ello cantar para siempre tus alabanzas,
como corresponde a los justos. Amén.