San Vicente, diácono y mártir
Memoria
San Vicente, diácono del obispo San Valero de Zaragoza, murió mártir en Valencia a principios del siglo IV y su testimonio fue celebrado muy pronto en la Iglesia antigua, n Prudencio y San Agustín.
Antífona de entrada
Este es el verdadero testigo:
no temió las amenazas de los que le juzgaron,
derramó su sangre por confesar a Cristo
y entró en el Reino de los Cielos.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno,
derrama sobre nosotros tu Espíritu,
para que nuestros corazones se abrasen en el amor,
que ayudó a san Vicente a superar los tormentos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
o bien
Oh Dios, que has confirmado a nuestros padres
en la luz del Evangelio
por la palabra, el ejemplo y el martirio
del glorioso san Vicente;
concédenos, por su intercesión,
que cuantos nos llamamos cristianos
mostremos con las obras
la fe que profesamos.
Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Ninguna criatura podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 35. 37-39
Hermanos:
¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?
Pero en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 33, 2-3.3-5.6-7.8-9
V/. El Señor me libró de todas mis ansias.
R/. El Señor me libró de todas mis ansias.
V/. Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R/. El Señor me libró de todas mis ansias.
V/. Proclamad conmigo la misericordia del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R/. El Señor me libró de todas mis ansias.
V/. Contempladlo y quedaréis radiantes.
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.
R/. El Señor me libró de todas mis ansias.
V/. El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R/. El Señor me libró de todas mis ansias.
Aleluya Sant 1,12
Aleluya, aleluya.
Dichoso el hombre que soporta la prueba,
Porque, una vez aquilatado,
recibirá la corona de la vida.
Aleluya
EVANGELIO
Os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa:
así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles
+ Lectura del santo evangelio según san Mateo 10, 17-22
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
– «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará».
Palabra del Señor.
o bien
EVANGELIO
Si el grano de trigo no muere, da mucho fruto
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 24-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Os aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo premiará.»
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Señor,
te ofrecemos llenos de alegría
este sacrificio de alabanza,
con el que celebramos el triunfo de san Vicente mártir
y nos gozamos, al ofrecértelo,
de poder merecer su protección gloriosa.
Por Cristo nuestro Señor.
Prefacio
V. El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
que llamaste a la gloria al diácono Vicente,
verdadero testigo de Cristo;
porque reconoció que aquí no tenía morada permanente
y esperó la herencia reservada en el cielo.
Por eso,
con los ángeles y santos,
te aclamamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo…
Antífona de la comunión Ap 2,7
Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida,
que está en el paraíso de Dios.
Cuando se lee el Evangelio según san Juan Jn 12,26
El que quiera servirme, que me siga,
y donde yo esté, estará también mi servidor
Oración después de la comunión
Te suplicamos, Señor,
que el celeste alimento que hemos recibido
nos comunique la misma fortaleza de espíritu,
que hizo a san Vicente
ministro fiel en tu servicio
y vencedor valiente en el martirio.
Por Jesucristo nuestro Señor.