San Pedro Arbués, presbítero y mártir
San Pedro Arbués nació en Épila (Zaragoza) en 1441. Estudió en Bolonia, siendo conocido como el “Maestro Épila”. Canónigo de la Seo, fue nombrado inquisidor de Aragón. Fue martirizado mientras rezaba maitines en la catedral en la noche del 14 al 15 de septiembre de 1485, muriendo dos días después. Fue canonizado en 1867. Es patrón de Épila y Aguilón y titular de una parroquia en la ciudad de Zaragoza.
Antífona de entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las palabras de los malvados; estaba afianzado sobre roca firme
Oración colecta
Dios de todo poder y misericordia, que infundiste la fuerza a san Pedro Arbués para que pudiera soportar el dolor del martirio, concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Los recibió como sacrificio de holocausto
Lectura del libro de la Sabiduría 3, 1-9
La vida de los justos está en manos de Dios, y no los tocara el tormento. La gente insensata pensaba que morían, consideraba su tránsito como una desgracia, y su partida de entre nosotros como una destrucción; pero ellos están en paz. La gente pensaba que eran castigados, pero ellos esperaban seguros la inmortalidad. Sufrieron un poco, recibirán grandes favores, porque Dios los puso aprueba y los halló dignos de sí; los probó como oro en crisol, los recibió como sacrificio de holocausto. El día de la cuenta resplandecerán como chispas que prenden por un cañaveral; gobernarán naciones, someterán pueblos, y el Señor reinará sobre ellos eternamente. Los que confían en él conocerán la verdad y los fieles permanecerán con él en el amor, porque sus elegidos encontrarán gracia y misericordia
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 123, 2-3. 4-5. 7b-8
V. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del caza
R. Hemos salvado la vida, como un pájaro de la trampa del cazador.
V. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R.
V. Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R.
V. La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
Que hizo el cielo y la tierra. R.
Aleluya Mt 5,6
Aleluya, aleluya. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos quedarán saciados.
EVANGELIO
Si me han perseguido a mí, también a vosotros os perseguirán
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
-«Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo os amaría como cosa suya, pero como no sois del mundo, sino que yo os he escogido sacándoos del mundo, por eso el mundo os odia. Recordad lo que os dije: “No es el siervo más que su amo. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.” Y todo eso lo harán con vosotros a causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió».
Palabra del Señor.
Oración sobre las ofrendas
Que te agraden, Señor, nuestras ofrendas y, por la eficacia de este sacrificio, defiéndenos de todos los peligros. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de comunión Cf. Rom 8,38-39
Ni muerte, ni vida, ni criatura alguna podrán apartarnos del amor de Cristo
Oración después de la comunión
Señor, guarda intacto tu don en nuestros corazones, y lo que de tu mano hemos recibido en la festividad de san Pedro Arbués, sea para nosotros prenda de salvación.
Por Jesucristo, nuestro Señor.